Artica

Rafa García, 2002.

Pese a los sucesivos intentos por parte de la competencia por igualar el porte de las Ártica, ellas siempre conservan la rotunda presencia de un diseño sobresaliente y exclusivo. Pero en realidad, lo que las hace inconfundibles es la calidad de una sentada muy estudiada. La colección se compone de butacas y sillas, además de un sofá de dos plazas. La butaca también está disponible con pie central giratorio.